Hay que deshacer la casa es un obra del autor madrileño Sebastián
Junyent, escrita en 1983 , ocho años después de la muerte de Franco y
que en 1985 fue galardonada con el premio Lope de Vega al mejor texto
teatral.
Laura y Ana son dos hermanas que se reencuentran para repartir la herencia de sus padres, después de 30 años de vidas aparentemente dispares. El temido y deseado encuentro se lleva a cabo en la vieja casa familiar donde compartieron su infancia. Los viejos muebles, los objetos y las canciones de su vida actúan como trampolín inevitable para que se desaten un sinfín de emociones escondidas, reproches contenidos, confesiones dolorosas, sentimientos de culpa enterrados, que poco a poco, -en un diálogo sencillo, pero lleno de emociones va descubriendo la verdadera realidad de nuestras protagonistas, muy distante de lo que ellas trataron de creer durante años.
Hay que deshacer la casa es un documento vivo de los años 80, pero también de los 90, y que muchos años después se sigue asomando sin pudor a la vida de muchas mujeres.
Laura y Ana son dos hermanas que se reencuentran para repartir la herencia de sus padres, después de 30 años de vidas aparentemente dispares. El temido y deseado encuentro se lleva a cabo en la vieja casa familiar donde compartieron su infancia. Los viejos muebles, los objetos y las canciones de su vida actúan como trampolín inevitable para que se desaten un sinfín de emociones escondidas, reproches contenidos, confesiones dolorosas, sentimientos de culpa enterrados, que poco a poco, -en un diálogo sencillo, pero lleno de emociones va descubriendo la verdadera realidad de nuestras protagonistas, muy distante de lo que ellas trataron de creer durante años.
Hay que deshacer la casa es un documento vivo de los años 80, pero también de los 90, y que muchos años después se sigue asomando sin pudor a la vida de muchas mujeres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario