jueves, 9 de diciembre de 2021

TEATRO: CHARO LA QUITAPENAS, POR TRICLINIUM TEATRO.


 SINOPSIS Charo es una mujer extremeña de mediana edad, desenvuelta y llena de vida. En sus clases de baile flamenco entre taconeos y sonido de guitarras, nos va contando las peripecias de su vida, a través del humor. Una vida que no ha sido nada fácil. Fue maltratada física y psicológicamente por su marido, para terminar abandonada, sin un duro y con una hija de 5 años en silla de ruedas. Tuvo que luchar muy duro, pero sus esfuerzos, su alegría, su vitalidad y el amor por su hija la hicieron fuerte para luchar y tirar adelante, siendo ahora respetada por todos. Y después de algo más de 23 años reaparece el marido en su vida, cuando por ella estaba más que olvidado, para darles una gran sorpresa.
4 MARÍA LUZ CRUZ AUTORA La decisión de escribir “Charo la Quitapenas” surgió de una curiosa historia verídica que llegó hasta mí por medio de una buena amiga. Al oír la vida de Charo, ésta me atrapó y quedó grabada en mi mente. Empecé a pensar en ella y sentí el impulso de contar ciertas situaciones por las que pasó en su vida, al encontrarse sin recursos y con una niña muy pequeña en silla de ruedas. Su fortaleza, y su vitalidad eran un ejemplo del que se podría sacar una provechosa lección: mirar siempre el lado positivo de las cosas, con calidez humana y gran sentido del humor. En este monólogo Charo, entre el taconeo y las volteretas, cuenta con ironía las más cómicas anécdotas. Como, por ejemplo, la relación tan maravillosa que tiene con su hija, la llamada inesperada por parte de su marido, del que hacía veintitrés años que no sabía nada y las divertidas clases de flamenco que tiene con sus alumnas. Al igual que otras mujeres, cuando se acabó el amor, sin una explicación, la vida de Charo se volvió gris. Ella, también pasó por el proceso del miedo y la angustia. Ese miedo y esa angustia que le provocaba el pensar que su marido podía quitarle lo que más quería, su hija. Pero Charo jamás se dio por vencida, y luchó con todas sus fuerzas. Su meta era la felicidad de su hija, y su válvula de escape y medio de vida sus clases de baile. Este monólogo con grandes dosis de humor, sólo quiere mandar un mensaje optimista, que pretende servir de ayuda a mujeres, que están pasando, o han pasado situaciones similares. Aún en los momentos más duros, no se debe perder la esperanza y tratar siempre de aferrarse a la propia valía para seguir adelante.

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